
Al encargar una tarta personalizada para una ocasión especial, es clave ser específico en detalles como esquemas de color, diseños e imágenes. Pero a veces, los decoradores de tartas olvidan el sentido común y siguen las instrucciones demasiado literalmente, convirtiendo diseños simples en desastres. Aunque, hay que admitir que, a pesar de todo, la mayoría de las tartas siguen siendo apetitosas.
#1: Un pastel para aficionados de la tecnología
Dicen que nunca debes suponer, y este pastel es un claro ejemplo. ¿Quién querría realmente un pastel con la imagen de un disco duro? Y de quererlo, ¿por qué no confirmar antes? Un pequeño malentendido llevó a tener una foto de un pendrive en el pastel.

Por otro lado, el pastel exhibe el pendrive con un bonito fondo, mostrándolo en todo su esplendor. Aunque no era lo que el cliente quería, ahora podría ser el momento de contactar a la empresa de pendrives para una posible colaboración publicitaria.