#2: Domina tus impulsos
Históricamente, se ha considerado que los hombres no pueden controlar sus impulsos, dejando a las mujeres la tarea de evitar provocar a sus parejas, profesores o padres. Sin embargo, este problema refleja más un defecto individual que un estigma colectivo.
Las explosiones de cólera dicen más sobre la persona que las sufre que sobre los demás. Si el fumar un cigarro cambia a alguien drásticamente, tal vez no debería estar en sociedad. Nadie debería reducirse a sí mismo para prevenir las reacciones ajenas.