#5: ¿Qué tal un no rotundo?
La sociedad ha evolucionado desde los tiempos de misoginia y machismo descarados. Aunque persisten, los medios ya no los representan tan abiertamente. Es sorprendente cómo la publicidad fomentó tales actitudes hacia las mujeres durante tanto tiempo.

Por más que intenten, los creadores de estos anuncios no pueden justificar sus contenidos. Es absurdo tener que afirmarlo, pero las mujeres no están para servir a los hombres. Que un ‘marido’ quiera que su esposa se someta de tal manera es alarmante.